29 julio 2024

Más chistes científicos frikis

 

Un policía de tráfico detiene a W. Heisenberg y le dice:

- ¿Sabe usted que iba exactamente a 220 km/h?

A lo que responde Heisenberg:

- Vaya!, por su culpa ahora no tengo ni idea de dónde estoy.

 

Le dice un láser a una bombilla:

- Eres incoherente.

 A lo que ésta le responde:

- Sí, pero al menos no necesito que me estimulen para hacer mi trabajo.

 

 


 

Después de gastarse millones de euros en descubrir un nuevo elemento radiactivo, en investigador le dice a su jefe:

- Vaya!, Lo tenía aquí ahora mismo.

 

- ¿Qué hacía Iker Jiménez en el laboratorio de análisis?

- Alguien le dijo que allí encontraría muchos espectros.

 

- Qué le dijo la fuerza a la distancia antes de multiplicarse?

- ¿Me permites un momento?.

 

 


 

- ¿Por qué los gases ideales no pueden reproducirse?

- Porque sus moléculas no se atraen nada entre ellas.

 

- ¿Por qué no se debe molestar nunca al ácido sulfúrico 12 M?

- Porque está muy concentrado.

 

- ¿Por qué las células desafían a las matemáticas?

- Porque para multiplicarse tienen que dividirse

 

 


 

Hay tres tipos de personas. Las que saben contar y las que no.

 

- ¿Qué le dice un ordenador grande a un ordenador pequeño?

- Tan pequeño y ya computas

 

- ¿Qué le dice un GIF a un JPEG?

- ¡Anímate, hombre!.

 

- ¿Qué es un terapeuta?

- No sé, ¿1024 peutas?

 

- ¿Por qué las células desafían a las matemáticas?

- Porque para multiplicarse tienen que dividirse

 

- Si tengo 6 churros y me fumo 3 ¿cuántas manzanas le quedan a cada unicornio?

- ¿Se encuentra bien, profe?

 

 


Responda: ¿Cuánto son 2+2?

- El Químico: 4 

- El Ingeniero: 3,9986743 

- El Físico: 4,00000000 + 0,00000005 

- El Matemático: Espere unos minutos más. Ya he probado que la solución existe y es única, ahora la estoy acotando y... 

- El Estudiante: Un momento, que voy a por la calculadora. 

- El Filósofo: ¿Qué quiere decir 2+2? Defina antes “dos” y “más” y le contestaré. O tal vez no.

 

 Dios jamás recibiría una cátedra en una universidad. Por muchas razones:

- Sólo tiene una publicación importante.

- No está escrita en inglés.

- No tiene referencias.

- Hay quien duda de que Él fuese el autor.

- Sí, es posible que crease el universo, pero no ha publicado los resultados.

- Los científicos han tenido problemas para confirmar experimentalmente la Creación. 

- Resulta complicado trabajar con Él.

 

Un físico, un químico y un informático viajan en coche por la carretera. De repente, el vehículo comienza a hacer un ruido extraño y deciden parar en el arcén. Para determinar la causa del ruido y ver cómo solucionar el problema, dejan el motor en marcha. Estas fueron sus elucubraciones sobre la avería:

El físico: "Evidentemente, hay un problema de rozamiento entre las bielas y los pistones"

El químico: "De eso nada, el ruido es debido a que la gasolina entra mal mezclada al carburador"

El informático: "¿Por qué no lo apagamos y lo volvemos a encender?

 

Guía de la ciencia moderna:

- Si es verde o tiene patas, es biología

- Si huele mal, es química

- Si no funciona, es física

- Si no se entiende es matemáticas

- Si no tiene sentido, es filosofía.

 

Un físico, un biólogo y un químico iban al mar por primera vez...
El físico vio el mar embravecido y estaba fascinado por las olas. Dijo que quería investigar la dinámica de las corrientes y caminó metiéndose en el mar. Desgraciadamente, se ahoga y nunca regresa. El biólogo dijo que quería investigar el ecosistema litoral y también se adentra imprudentemente en el mar. Tampoco regresa. El químico esperó un largo rato, y visto que no regresaban sus compañeros, escribe en su cuaderno de notas:

"Los físicos y los biólogos son solubles en agua salada."

 

Un biólogo, un físico y un matemático viajan en un tren por Irlanda. Miran por la ventana y ven una oveja negra.

El biólogo exclama: "Mirad, en Irlanda las ovejas son negras"

El físico dice: "No es correcto, experimentalmente AL MENOS UNA oveja en Irlanda es negra. Del resto no tenemos datos."

El matemático puntualiza: "No es cierto. La deducción correcta es que en Irlanda AL MENOS UNO DE LOS LADOS DE UNA oveja es negro."

 

Un ingeniero muere y llega a las puertas del cielo. Un ángel novato que está sustituyendo a San Pedro, revisa su historial y le dice: "Ah, eres un ingeniero, estás en el lugar equivocado". Después de mandar al ingeniero a las puertas del infierno, El demonio de la portería lo deja entrar encantado. Nada más llegar, el ingeniero, insatisfecho con el nivel de comodidad del infierno, comienza a diseñar y acometer mejoras. Después de un tiempo, el Infierno ya tenía aire acondicionado, baños funcionales y escaleras mecánicas, y el ingeniero gozaba de enorme reputación y popularidad entre los demonios. Un día Dios llamó a Satanás por teléfono y le preguntó:

- ¿Cómo van las cosas en el infierno?.

- Oye ¡fenomenal!, tenemos aire acondicionado, baños y escaleras mecánicas en funcionamiento, y esperamos a ver qué será lo siguiente que nos ofrezca este ingeniero que nos mandaste -  respondió Satanás echándose a reír.

El rostro de Dios se oscureció y explotó:

- ¿Qué? ¿que tienes un ingeniero? Es un error, no debería haber sido enviado allí, ¡envíalo de regreso aquí inmediatamente!.

- De ninguna manera, me gusta tener un ingeniero en el equipo y quiero mantenerlo – respondió Satanás sacudiendo la cabeza.

- No es así como se supone que funcionan las cosas y lo sabes, ¡envíalo de vuelta aquí inmediatamente o te demando! - le dijo Dios indignado. Entonces Satanás se echa a reír, y le contesta:

- Ja ja ja… ¿y dónde se supone que vas a encontrar un abogado?

 

 

Y para terminar, un viejo clásico:

 

La evolución de la educación española a través de la formulación de un problema de matemáticas:

ENSEÑANZA DE 1960:

Un campesino vende un saco de patatas por 1000 ptas. Sus gastos de producción se elevan a 4/5 del precio de la venta. ¿Cuál es su beneficio?

ENSEÑANZA DE 1970:

Un campesino vende un saco de patatas por 1000 ptas. Sus gastos de producción se elevan a 4/5 del precio de venta, esto es, a 800 ptas. ¿Cuál es su beneficio?

ENSEÑANZA MODERNA de los años 80:

Un campesino cambia un conjunto P de patatas por un conjunto M de monedas. El cardinal del conjunto M es igual a 1.000 ptas., y cada elemento vale 1 pta. Dibuja 1.000 puntos gordos que representen los elementos del conjunto M. El conjunto F de los gastos de producción comprende 200 puntos menos que el conjunto M. Representa el conjunto F como subconjunto del   conjunto M y da la respuesta a la cuestión siguiente: ¿Cuál es el cardinal   del conjunto B de los beneficios? Dibuja B con color rojo.

 

L.O.G.S.E. Años 90:

Un agricultor vende un saco de patatas por 1.000 ptas. Los gastos de producción se elevan a 800 Ptas. Y el beneficio es de 200 ptas.
Actividad: subraya la palabra "patata" y discute sobre ella con tu compañero.

Año 2000. LA PRÓXIMA REFORMA:

Un capitalista burgues esplotador agrario consige injustamente 200 pelas por una volsa de patatas analiza el testo vusca la falta de sintasis de hortografia de puntuacion y si no las bes no t traumatizes q no psa nda.  Espresa tu punto de bista sobreste metodo insolidario y espekulador de azerse rico.

 

NOTA:

Éste texto es ya un clásico de principios de los años 90 del siglo pasado, y la predicción que hace de la “próxima reforma” se ha visto superada por una sucesión ilimitada de nuevas reformas educativas y de cambios sociales.  Ahora que ya han pasado treinta años, tal vez el viejo problema de matemáticas se pudiera formular de esta manera:

 

Año 2024:

una enprendedora agraria empoderada embia por amazon ha un comprador o ha una compradora un pack de patatas ecolojicas.  himbenta datos para esta web-quest y analizala colavorativamente desde una perspetiva de jenero en pequeño grupo inclusivo en plan co-working y luego suve un post con tu feed  y retuitealo asta azerlo viral ( hastag #patatas)

 

 

30 octubre 2023

Sobre el tufo del vino y el dióxido de carbono

 

Acaba de finalizar la vendimia. Las bodegas, tanto industriales como caseras de particulares, se ocupan ahora de elaborar el vino de la reciente cosecha. En primer lugar, dejando que fermente la uva para, a continuación, ir dejando que el vino recién nacido se vaya limpiando, estabilizando y redondeando hasta adquirir en unos pocos meses su mejor aroma y sabor.

Lamentablemente, como casi todos los años, estos días nos han llegado noticias de accidentes causados por las emanaciones gaseosas que se producen durante la fermentación de la uva, emanaciones que se conocen popularmente como el “tufo” del vino. A primeros de este mes, todos los medios de comunicación del país nos daban la trágica noticia del fallecimiento de dos personas en una bodega de Lanciego, en la vecina Rioja Alavesa, a consecuencia de la inhalación del tufo de un depósito en el que hacían su labor.

Pero ¿qué es el tufo exactamente y cómo se genera durante la fermentación?, ¿es realmente tan tóxico como se dice?, y de no ser así ¿por qué puede llegar a ser tan peligroso? Sin duda existe mucha desinformación y circulan bastantes mitos infundados en torno a este hecho.

 

El tufo: mitos y misterio

Recordemos por ejemplo cómo daba la noticia de este accidente el locutor del telediario de TVE del pasado 1 de octubre, al afirmar que “el fatal desenlace se produjo al inhalar un gas toxico denominado an-jidrido carbónico que se desprendió durante la fermentación”. Con ese nombre peculiar a la vez que anticuado, como si fuese el descubrimiento del siglo, se refería al archiconocido dióxido de carbono (de fórmula CO2), que como en seguida veremos, se desprende en gran cantidad en cualquier fermentación y que va a ser la causa indirecta de estos accidentes, aunque en realidad no se pueda calificar como tóxico.

La supuesta alta toxicidad del dióxido de carbono liberado durante la fermentación es un mito muy extendido no solo en el público en general, sino también en los círculos relacionados con el vino y las bodegas. Basta buscar un poco de “información” navegando por internet para darse cuenta de esto.

Limpieza en un depósito de fermentación

Otra falacia bastante extendida es atribuir la peligrosidad del tufo no al dióxido de carbono (CO2) sino al monóxido de carbono (CO), que sí que es altamente tóxico y letal (te duerme y a continuación te mata en pocos minutos sin que te hayas enterado de haberlo inhalado); pero que no se produce nada en absoluto durante la fermentación. Tal vez esto sea debido a una confusión con los accidentes mortales producidos todos los años debido a las malas combustiones de calderas y braseros en ambientes mal ventilados, donde la escasez de oxígeno del aire hace que la combustión del gas o la brasa del carbón no combine dos sino un solo átomo de oxígeno por cada átomo de carbono, dando lugar a CO en vez de CO2, que es el gas que se desprende normalmente, junto con el vapor de agua (H2O), al quemar cualquier combustible que contenga carbono. 

La leyenda dice también que, al igual que el monóxido de carbono, el tufo te mata sin avisar en cuestión de segundos, y que una vez que entras en contacto con él ya estás perdido irremediablemente. En realidad, por supuesto que entraña un peligro, los hechos así lo constatan; pero veremos que la cosa no es tan dramática como parece. El tufo no es, para nada, como el gas de las trincheras en la gran guerra.

 

Fermentación y dióxido de carbono

Uvas y mosto en plena fermentación alcohólica


El componente principal del tufo de las bodegas es, como ya hemos visto, el dióxido de carbono que se produce durante la fermentación del mosto de uva que va a dar lugar al vino.

La fermentación alcohólica es un proceso bioquímico que tiene lugar cuando el mosto (jugo con alta concentración de azúcares contenido en la pulpa de las uvas) transforma sus azúcares (glucosa y fructosa mayoritariamente) en alcohol (etanol o alcohol etílico) en presencia de levaduras.   

La fermentación es exotérmica (desprende calor) y libera gran cantidad de gas carbónico (dióxido de carbono), por eso la cuba se recalienta espontáneamente a la vez que burbujea el gas desprendido, pareciendo que hierve, aunque lo que sucede realmente no tiene nada que ver con la ebullición.

Para que suceda la fermentación alcohólica es imprescindible la acción de las levaduras en condiciones anaeróbicas (ausencia de oxígeno). Las levaduras, en concreto la saccharomyces cerevisiae, responsable de la fermentación, son hongos microscópicos unicelulares que están ya presentes en el hollejo de las uvas o bien pueden ser añadidas al mosto antes de fermentar. Las levaduras se alimentan del azúcar que, gracias al oxígeno que respiran, descomponen para obtener la energía para su metabolismo, liberando dióxido de carbono y agua. Pero cuando el oxígeno escasea, como dentro de una cuba, las levaduras metabolizan el azúcar directamente produciendo alcohol etílico (etanol) en vez de agua, además del dióxido de carbono. Cuando ya no quede casi nada de azúcar del mosto y se haya transformado en alcohol, el medio líquido resultante ya puede llamarse vino. Las levaduras ya no podrán sobrevivir en ese medio hostil, y se retirarán en los primeros trasiegos junto con los demás sólidos en suspensión (orujos lías y posos) hasta dejar el vino limpio. 

Aunque tengan lugar algunas reacciones secundarias y aparezcan otros productos paralelamente al etanol, La fermentación alcohólica es con mucho el proceso principal que transforma el azúcar en alcohol, y en consecuencia, el mosto en vino. Se puede resumir en la siguiente reacción química, catalizada por las enzimas de la levadura:

 

Glucosa (disol. acuosa, mosto)   --->  etanol (disol. acuosa, vino) + dióxido de carbono (gas)

C6H12O6 (aq)   --->  2 C6H5OH (aq) + 2 CO2 (g)

 

En las bodegas suele durar entre 5 y 10 días y se realiza en amplios depósitos abiertos o semiabiertos para permitir la salida al aire del dióxido de carbono que, de no ser así, podría hacerlo explotar violentamente por la gran presión acumulada.

 

El dióxido de carbono

El CO2 que se desprende en la fermentación es el mismo que se desprende en las combustiones, el que exhalamos al respirar, o el que se produce en otras fermentaciones naturales; es el mismo que está presente en pequeña cantidad en la atmósfera y que absorben las plantas y algunos otros seres vivos para crecer, y por supuesto, el mismo que en concentración más alta de la normal contribuye a acrecentar el aumento de la temperatura global por efecto invernadero.  

El dióxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido. El aire normal contiene de forma natural una pequeña cantidad de unos de 380 ppm (1 ppm = 0,0001 %). Es sensiblemente más denso que el aire (una molécula de CO2 pesa 44 unidades frente a las 28,5 que pesan en promedio las de N2 y O2 que componen el aire) por lo que, si no hay corrientes, el exceso de CO2 tiende a concentrarse en la parte más baja las estancias en donde esté presente. Es poco soluble en el agua y débilmente ácido (la disolución saturada de CO2 en agua a 20ºC tiene una concentración de 1,5 g/L y pH = 6,5)

El dióxido de carbono no es tóxico. De hecho, es un producto de nuestro metabolismo que se forma en todas las células y es transportado por la sangre hasta los pulmones antes de ser eliminado en la espiración.

El gas que se desprende durante la fermentación y que puede llenar la atmósfera de la bodega si no se ventila adecuadamente está formado casi completamente por dióxido de carbono. Contiene además vapor de agua y algunas sustancias volátiles secundarias en muy pequeña cantidad, pero fácilmente detectables por el olfato, como etanol, acetaldehído, las sustancias responsables de los aromas primarios y secundarios de la uva, y trazas de dióxido de azufre. Nada que pueda ser calificado como tóxico en la cantidad en que aparece. El olor húmedo, intenso y un poco asfixiante de esta mezcla gaseosa de dióxido de carbono que desplaza al aire puro es precisamente lo que se denomina  “tufo” de la bodega.

 

Si el CO2 no es tóxico, entonces ¿dónde está el peligro?

Efectivamente, el dióxido de carbono en sí mismo no es tóxico, es decir, no ataca a ningún tejido ni es causa directa de ninguna disfunción en nuestro organismo. Sin embargo, sí que es cierto que exposiciones prolongadas a altas concentraciones de este gas en espacios interiores pueden ser perjudiciales para la salud, produciendo una sensación de malestar que puede llegar a producir náuseas, hiperventilación, confusión, adormecimiento e incluso pérdida del conocimiento. Son los síntomas de una insuficiencia respiratoria debida a la falta de oxígeno y a la insuficiente eliminación del dióxido de carbono de la sangre. Pero hay que subrayar que la causa del problema es la falta de oxígeno y no la acción directa del CO2, que lo único que ha hecho es desplazar el aire, ocupando su lugar.  

La cantidad de CO2 desprendido durante la fermentación es muy elevada. A partir de la ecuación química del proceso podemos calcular en qué medida lo es. En números redondos:

10 L de mosto contienen unos 2 kg de azúcares, que acabarán desprendiendo 1 kg de CO2 que se emite a la atmósfera ocupando un volumen de 500 L a presión normal. En una bodega, un solo depósito de 5000 L desprenderá durante la semana de fermentación unos 250 m3 de CO2, (¡50 veces la capacidad del depósito!), desplazando de su entorno ese mismo volumen de aire. Si la bodega no está suficientemente ventilada, en poco tiempo ahí ya no quedará oxígeno que respirar. El gas del tufo habrá desplazado a todo el aire ocupando su lugar.

El peligro de todo esto radica en que si un operario entra a hacer su labor en una estancia de una bodega o en un depósito que han permanecido sin ventilar lo suficiente durante el tiempo de la fermentación alcohólica, es muy posible que el CO2 desprendido durante la misma haya ocupado el lugar del aire y el ambiente, viciado, sea ahora muy pobre en oxígeno. En poco tiempo podrá llegar a sentir dificultad para respirar, cansancio y confusión, síntomas que podrá remediar fácilmente saliendo y ventilando muy bien antes de volver a entrar. Lo trágico sería que antes de querer darse cuenta, la anoxia originada por respirar casi sin oxígeno le produzca un adormecimiento o un mareo que le haga caer en el depósito o una pérdida del conocimiento que lo lleve a yacer en el suelo. En pocos minutos, la falta de oxígeno, mayor cuanto más cerrado y bajo esté, habrá provocado inevitablemente la muerte, y el tufo de las bodegas habrá vuelto a cobrarse una nueva víctima.

Antiguamente, algunos bodegueros, durante los días de la fermentación, dejaban en su bodega una vela encendida permanentemente o una jaula con un pajarito dentro, que fueran visibles desde afuera o nada más entrar, de tal manera que si observaban que la vela estaba apagada o el pajarito sin vida, entonces ya sabían que había que ventilar el tufo antes de hacer nada. Hoy ya no parece necesario recurrir a esas costumbres, pero para evitar este tipo de accidentes, sería importante que las bodegas dispongan de buenos sistemas de ventilación, naturales o mecánicos, y que sus operarios trabajen con las debidas medidas de seguridad y prevención de riesgos.