Los
análisis deficientes de los datos, así como el abuso y la mala interpretación
de la estadística suelen dar lugar en muchas ocasiones a divertidas
conclusiones como las que se exponen aquí en forma de chistes. Pero
lamentablemente estos errores, a veces involuntarios y otras veces
tendenciosos, aparecen con cierta frecuencia de estudios científicos supuestamente
serios. O aun peor, en la publicación de muchos bulos y noticias que tratan de utilizar argumentos de forma
tramposa para ganar adeptos a alguna causa, basándose en falacias y datos
estadísticos mal interpretados, mal cocinados o directamente crudos, para que
la audiencia concluya lo primero que se le ocurra, que suele ser lo que está
más dispuesta a creerse (1).
La
estadística es una magnífica herramienta en cualquier investigación que se base
en el análisis y tratamiento de datos. Lo mismo puede decirse de la lógica. Los
profesionales que las manejan son dignos de admiración. Estos chistes no
pretenden burlarse de la estadística y los estadísticos, sino todo contrario.
Son una parodia de la mala utilización o comprensión que muchas veces se hace de esta disciplina.
Entre
estas “trapalladas” lógicas encontraremos aquí, por ejemplo, el peligro de las
operaciones aritméticas con números muy distintos de diferente grado de imprecisión
(el chiste de los indios), la inferencia de conclusiones ilógicas a partir de
premisas ciertas (el chiste de la araña, las estadísticas del tráfico), la
tendencia a confundir la media aritmética u otras medidas de centralización con
un dato real (los estadísticos de la foto o de los conejos) y, especialmente,
la mala costumbre de ver causalidad donde, de momento, sólo hay correlación
(los piratas y el cambio climático).
Y a
continuación, a ver si nos reímos un poco.
(1) - Aprovecho
para recomendar la lectura de dos grandes en este tema y un par de libros de
cada uno: Martin Gardner (¡Ajá! Paradojas y La ciencia: lo bueno, lo malo y lo
falso) y John A. Paulos (El hombre anumérico y Un matemático lee el periódico)
Un
estudioso del comportamiento animal experimenta con una araña. Le arranca una patita
y suelta el animal sobre la mesa de su laboratorio. Posteriormente, ordena al arácnido:
-
Araña ¡Ven!
La
araña se le acerca y el científico toma nota. A continuación, le amputa otra
extremidad y repite la llamada:
-
Araña ¡Ven!
La
araña se le acerca nuevamente y el científico vuelve a tomar nota. El científico
sigue quitando patas y repitiendo el ensayo. Aunque el movimiento de la araña
es cada vez más errático, sigue obteniendo los mismos resultados que anota
cuidadosamente en su cuaderno, hasta que el científico arranca al artrópodo la
octava y última pata, momento en que vuelve a colocarla sobre la mesa y ordena
por octava vez:
-
Araña ¡Ven!
La
araña ni se mueve. Entonces, lleno de satisfacción por hallarse ante un gran
descubrimiento, el científico anota en su cuaderno: "Las arañas, al perder
todas sus patas, se quedan definitivamente sordas".
Un
bioestadístico decide llevar a cabo un experimento completo sobre los efectos
del alcohol en la conducta humana. Para ello, el primer día ingiere diez cubalibres
y se emborracha. Una semana después, se bebe una decena de combinados de
ron con Coca-Cola, y vuelve a experimentar los mismos efectos
perniciosos. En sucesivas semanas, repite el ensayo mezclando el mismo refresco
con vodka, brandy, whisky y otras bebidas de alta graduación. Finalmente,
publica un artículo en el que afirma que lo que embriaga es la Coca-Cola, ya
que es el único producto que había en común en los diferentes combinados.
- “Tengo
una suerte fatal jugando a la loto. Todas las semanas echo 100 boletos y nunca
me ha tocado nada”.
- “Hombre, tal vez tendrías más suerte si los rellenases con combinaciones diferentes”
- “Hoy
es el día de mi boda. Teniendo en cuenta que ayer no tenía esposa y hoy ya
tengo una. Extrapolando la curva, dentro de un mes tendré ya más de treinta”.
(Jack el extrapolador)
Tres
estadísticos salen a cazar conejos. El primero le dispara a uno pero se le
desvía el tiro un metro por la izquierda, a continuación dispara el segundo y
se desvía un metro por la derecha. El tercero, en vez de probar a disparar,
levanta triunfal los brazos y exclama ¡Le hemos dado!.
El
12,3 % de las estadísticas son falsas y el 33,5 % no sirven para nada
El
20% de las muertes son causadas por el tabaco. Eso significa que el 80% no son
debidas a esta causa, con lo que se concluye que es mejor fumar que no hacerlo.
Está
comprobado más allá de toda duda que fumar es la causa principal de las
estadísticas.
Estadísticamente, cada persona tiene
un seno y medio pene.
La
ciudad del Vaticano tiene dos Papas por kilómetro cuadrado
Mirando
las estadísticas, un hombre preocupado por los ataques terroristas encontró que
la probabilidad de que hubiese una bomba en su vuelo era de 1 entre 1.000,
mientras que la probabilidad de que hubiese dos era tan sólo de 1 entre
100.000. Para viajar más tranquilo, ahora suele viajar en avión llevando
consigo su propia bomba.
La
probabilidad de tener un accidente de tráfico aumenta con el tiempo que pasas
en la calle. Por tanto, cuanto más rápido circules, menor es la posibilidad de
que tengas un accidente.
El
alcohol está implicado en el 33% de los accidentes mortales. Esto significa que
el 67 % restante ha sido causado por personas sobrias. Así, está claro que la
forma más segura de conducir es borracho, y además a gran velocidad, como ya se
ha demostrado antes.
En
los accidentes ferroviarios, el mayor número de víctimas suele producirse en el
último vagón. Por consiguiente, una forma de salvar vidas humanas es retirar el
último vagón de cada tren.
La
esterilidad es hereditaria. Si tus padres no tuvieron ningún hijo, lo más
seguro es que tú tampoco los tengas.
La tasa de
natalidad duplica la de mortalidad. Así pues, una de cada dos personas es
inmortal.
Casi
el 100 por 100 de los adictos a la heroína y la cocaína bebían leche de
pequeños. Por lo tanto, la leche es una sustancia que incita al consumo de
drogas en casi el 100% de los casos.
En
Nueva York, un hombre es atropellado cada 10 minutos. El pobre tiene que estar
hecho polvo.
"Según las estadísticas, el
principal candidato a sufrir un accidente doméstico es un varón de 24 años,
andaluz, de profesión camarero, que un sábado a las 11'30 de la mañana se
dispone a hacer bricolaje en el bar"
Literalmente escuchado en el programa de divulgación
"A su salud", en TVE. Febrero de 1999. Parece que se les ha ido un poco de las
manos la interpretación de los parámetros estadísticos. No quiero ni pensar la
noche que pasaría algún joven camarero andaluz que tuviese que que ir a hacer
chapuzas al bar al día siguiente después de haber oído esto en la tele.
Correlación y causalidad
El gráfico muestra
los resultados del estudio de investigación realizado por B. Henderson, el creador de la “Iglesia
Pastafari”, con la intención de ridiculizar los argumentos falaces empleados
frecuentemente por los creacionistas. Como se puede apreciar, existe una
estrecha correlación lineal, científicamente documentada, entre el aumento de
la temperatura global de nuestro planeta y el descenso del número estimado de
piratas durante los últimos 150 años.
A la vista de estos
resultados, ¡Exijamos todos a los gobiernos y organismos internacionales
competentes que adopten inmediatamente las medidas necesarias para fomentar la piratería en todos los mares, si
de verdad queremos frenar el cambio climático y salvar el planeta!
Otro estudio
estadístico veraz ha demostrado una similitud increíble entre los gráficos que
representan el número de ahogados en piscinas en los EE.UU. durante los últimos
años y el número de apariciones del
actor Nicolas Cage en películas. Ambos sucesos están claramente
correlacionados.
¿Cuál debe ser la
conclusión? ¿Cuánto más se ahoga la gente, más ganas le entran a Nicolas Cage de
rodar películas? ¿Los espectadores se ahogan decepcionados por las actuaciones de Nicolas
Cage? ¿Algún tercer factor que ignoramos está provocando a la vez que Nicolas Cage trabaje más de la cuenta y
que la gente se ahogue más de lo normal?. O tal vez sea razonable pensar que si
buscamos correlaciones entre miles de pares de acontecimientos independientes emparejados
al azar, es muy probable que uno o dos pares vayan a coincidir aceptablemente
bien.